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Ejercicio durante el embarazo en casa: mantente activa con equipamiento seguro

16 de agosto de 2025

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El embarazo es una etapa maravillosa y desafiante a la vez para el cuerpo de la mujer. Mantenerse activa durante estos meses puede traer enormes beneficios para la mamá y el bebé. Lejos quedó el mito de que una embarazada debe estar todo el día en reposo; hoy sabemos que, salvo contraindicaciones médicas, realizar ejercicio durante el embarazo es altamente recomendable. De hecho, todos los médicos lo sugieren siempre que el embarazo transcurra con normalidad, ya que la actividad física aporta múltiples ventajas a la salud de la gestante. Entre los beneficios de hacer deporte en el embarazo destacan: ayudar a controlar el peso (evitar ganar kilos de más), aumentar el bienestar psicológico y reducir ansiedad o insomnio, mejorar la circulación y la elasticidad de las articulaciones, e incluso disminuir el riesgo de diabetes gestacional. ¡Y hay más! Las mamás activas suelen tener partos más llevaderos y recuperan su figura con mayor rapidez después de dar a luz, además de disminuir la probabilidad de parto por cesárea o complicaciones.

Ahora bien, no todos los ejercicios son adecuados en esta etapa. La consigna es escuchar a tu cuerpo y mantener una intensidad moderada. Aquí te contamos algunas formas seguras de ejercitarte en casa durante el embarazo, junto con los equipos o accesorios que pueden ayudarte:

Opciones de ejercicio seguro para embarazadas

  • Caminar y cinta de andar: Caminar es el ejercicio estrella para las embarazadas, sobre todo si antes no solías ejercitarte. Es bajo impacto, fácil de realizar y ayuda a mejorar la circulación, prevenir hinchazón en las piernas y mantenerte activa. Puedes hacerlo alrededor de tu sala o patio, pero si tienes una cinta caminadora en casa, genial: así controlas ritmo y tiempo sin preocuparte por el clima. Se recomienda caminar unos 20-30 minutos, 3 veces por semana, a un paso cómodo. A medida que tu pancita crezca, quizás prefieras reducir la velocidad o duración según te sientas. Lo importante es moverse con regularidad.
  • Bicicleta estática: Andar en bicicleta estacionaria es otra actividad muy beneficiosa en las primeras etapas del embarazo. Ejercitas piernas y corazón sin impacto articular. Si cuentas con una bicicleta fija (idealmente de tipo reclinada, con respaldo), puedes pedalear suave varios días a la semana. Ten presente que conforme avance el embarazo, tu barriga puede dificultar el equilibrio en una bici normal, por lo que a partir del segundo trimestre avanzado quizá debas evitarla. Siempre prioriza tu comodidad y seguridad.
  • Yoga prenatal y pilates: El yoga es casi mágico para las futuras mamás. Practicar yoga prenatal (adaptado para embarazo) en casa con una colchoneta te ayudará a aliviar tensiones musculares, fortalecer el cuerpo de forma gentil y aprender técnicas de respiración útiles para el parto. Existen videos y clases en línea especializadas en yoga para embarazadas que puedes seguir. Solo asegúrate de tener un buen mat antideslizante y quizá un cojín o bloques de yoga para apoyo en ciertas posturas. El pilates para embarazadas también se enfoca en fortalecer el core, mejorar la postura y prevenir dolores de espalda. Estos ejercicios de estiramiento y respiración contribuyen a que te sientas más relajada y con energía.
  • Ejercicios de fuerza moderada: Estar embarazada no significa renunciar totalmente al entrenamiento de fuerza, pero sí ajustarlo. Con unas mancuernas livianas (1-3 kg) o bandas de resistencia suaves puedes hacer ejercicios para brazos y hombros, por ejemplo, que te serán útiles luego para la tarea de cargar al bebé 🙂. También sentadillas sin peso o apoyada en una silla, elevaciones de talones para fortalecer pantorrillas (y mejorar la circulación) y ejercicios de Kegel para el suelo pélvico. Todo a ritmo tranquilo, enfocándote en la técnica y evitando contener la respiración. Estos ejercicios te darán más fuerza para sobrellevar el peso extra de la panza y prepararán tus músculos para el momento del parto.
  • Natación o acuagym: Si tienes acceso a una piscina, nadar es de las mejores actividades durante toda la gestación. El agua soporta el peso de tu cuerpo, aliviando la presión en espalda y piernas, a la vez que te permite mover todos los músculos sin riesgo. Muchas madres encuentran en la natación un alivio a los dolores de espalda y una mejora en el ánimo y el sueño. Obviamente, en casa pocos tienen piscina, pero vale la pena mencionarlo por si tienes oportunidad de asistir a algún club o centro con clases acuáticas para embarazadas.

Consejos finales y precauciones

Escucha a tu cuerpo: durante el embarazo, más que nunca, debes ser sensible a las señales que te da tu organismo. Si un día estás muy cansada o mareada, descansa; si al hacer ejercicio notas dolor, falta de aire excesiva o cualquier malestar inusual, detente. El objetivo no es batir récords sino mantenerte activa y saludable.

Hidratación y ventilación: toma agua antes, durante y después de ejercitarte, aunque no tengas mucha sed, para evitar deshidratarte. Entrena en un lugar fresco de la casa, con buena ventilación. No olvides usar ropa cómoda que no apriete y zapatillas adecuadas si vas a hacer actividad de pie.

Consulta médica: es fundamental que tengas el visto bueno de tu ginecólogo o obstetra para hacer ejercicio, especialmente si tu embarazo es de riesgo o tienes alguna condición previa. Sigue sus recomendaciones sobre qué evitar según tu caso. Por ejemplo, algunas mujeres deben evitar los saltos o ejercicios de alto impacto; otras quizá no puedan hacer ciertas posturas. Siempre personaliza la rutina a tus propias condiciones y etapa del embarazo.

Evita ejercicios peligrosos: no hagas nada que implique riesgo de caídas (como andar en bicicleta en la calle o deportes de mucho equilibrio), ni levantar peso muy pesado que te haga pujar demasiado. Tampoco deportes de contacto físico. En casa, evita movimientos bruscos o cambios rápidos de posición (por ejemplo, saltar de estar acostada a de pie) para no marearte.

Lo más importante es que el ejercicio sea un momento agradable para ti. Pon música suave si te gusta, ejercítate a la hora del día que tengas más energía (para muchas embarazadas, las mañanas son mejores antes de que llegue el cansancio). Verás que al moverte liberarás endorfinas que mejoran tu estado de ánimo, y eso también beneficia al bebé porque compartirá esas hormonas del bienestar. Muchas mamás activas reportan sentirse menos ansiosas y dormir mejor por las noches.

En conclusión, mantenerse en forma durante el embarazo, con ejercicios adecuados y equipamiento seguro en casa, te ayudará a llevar un embarazo más llevadero y a prepararte para la llegada de tu pequeñ@. Cada madre es diferente, así que adáptalo todo a tu propia comodidad, pero no renuncies al movimiento: tu cuerpo –y tu bebé– te lo agradecerán.

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